En el día a día de cualquier empresa, las impresoras suelen pasar desapercibidas… hasta que dejan de funcionar. Cartuchos que se agotan, fallas técnicas, impresoras fuera de servicio y empleados esperando. Todo esto no solo genera estrés, sino también un gasto constante que muchas veces no se nota hasta que se suma a fin de mes. ¿La solución? Tercerizar el servicio de impresoras.

¿Qué significa tercerizar el servicio de impresión?

Tercerizar significa delegar la gestión de tus impresoras (incluyendo mantenimiento, insumos, soporte técnico y hasta la renovación de equipos) a una empresa especializada. Este modelo, también conocido como servicio gestionado de impresión (MPS, por sus siglas en inglés), permite que el proveedor se encargue de todo, mientras vos te enfocás en lo importante: hacer crecer tu negocio.

¿Y cómo te ayuda a ahorrar?

1. Menores costos operativos

Olvidate de comprar cartuchos sueltos o llamar al técnico cada vez que algo falla. Al tercerizar, pagás un monto fijo mensual que incluye todo: toner, mantenimiento, asistencia técnica y muchas veces también el alquiler de las impresoras. Esto elimina gastos imprevistos y te da control sobre tus costos.

2. Menos impresiones innecesarias

Los servicios gestionados permiten monitorear cuántas páginas se imprimen, quién las imprime y desde qué dispositivo. Esto ayuda a detectar y reducir el gasto en impresiones innecesarias, lo cual puede representar un ahorro de hasta el 30%, según estudios del sector.

3. Equipos más eficientes sin inversión inicial

Muchas empresas siguen usando impresoras viejas porque “todavía funcionan”. Pero esos equipos consumen más energía, tienen menor rendimiento y se rompen más seguido. Tercerizar el servicio te da acceso a tecnología actualizada, sin tener que invertir en nuevos equipos.

4. Menos tiempo perdido en problemas técnicos

¿Cuántas horas al mes pierde tu equipo lidiando con impresoras que no responden? Cuando tenés soporte técnico dedicado, los problemas se resuelven rápido, muchas veces de forma remota. Eso se traduce en más productividad y menos tiempo perdido.

5. Escalabilidad y flexibilidad

¿Tu empresa crece? El servicio se adapta. ¿Tenés temporada baja? También. Solo pagás por lo que usás, y podés escalar el servicio según tus necesidades reales.